Conseguir el nivel perfecto de gas es fácil. Una vez insertado el cilindro, solo hay que seguir los siguientes pasos para crear tus burbujas.
- Comienza por llenar la botella con agua fría hasta la línea de llenado. Recuerda siempre gasificar el agua antes de añadir cualquier sabor.
- Asegúrate de que el soporte de la botella está inclinado hacia fuera. Si no, inclina el soporte de la botella hacia ti hasta oír un clic.
- No tires del tubo de gasificación ni lo fuerces.
- Introduce el cuello de la botella para gasificar en el cierre y empújalo hacia arriba y hacia atrás. El cierre mantendrá la botella en posición vertical suspendida sobre la base. La botella está correctamente insertada cuando hay un espacio del tamaño de un dedo entre la botella y la base. No es necesario enroscar la botella en el cierre.
- Para gasificar, empuja la palanca de gasificación hasta el fondo. Mantén durante 1 segundo y suelta. Asegúrate de no presionar demasiado. Repite la operación 3 veces para un nivel de burbujas medio y 5 veces para un nivel de burbujas intenso.
Nota: Es posible que aparezcan pequeños trozos de hielo en el agua durante la gasificación del agua muy fría. Es totalmente normal, este hielo se derretirá y podrás consumir tu agua con gas.
- Cuando se haya alcanzado el nivel de gasificación adecuado, tira suavemente de la botella para gasificar hacia ti hasta que llegue a su posición totalmente adelantada y retírala. No es necesario enroscar la botella para sacarla del cierre. No retires la botella para gasificar hasta que oigas que se libera el exceso de CO2. Nunca fuerces la botella para gasificar para sacarla del cierre a presión.
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